lunes, 9 de mayo de 2011

Tiempo para jugar



Esto que vemos en la viñeta puede ser que nos haya pasado alguna vez en la vida...
Si leyéramos el bocadillo del niño al revés, que el niño no haya podido jugar por tener que hacer los deberes sería lo correcto. Porque hoy en día no se le da tiempo de juego.
El niñ@ llega a clase por la mañana y después de estar todo el día aprendiendo y haciendo fichas y deberes, llega a casa, después de comer tiene actividades extraescolares y no una sino dos que ya hasta las siete de la tarde no vuelve a casa, pero es que da igual porque al llegar tiene que hacer los deberes de la escuela y cuando el niñ@ los termina ya es hora de cenar así que a la cama y mañana será otro día, pero otro día igual.
Y que pasa al día siguiente que de tantos deberes mandados resulta que a lo mejor o no se ven todos o no se corrigen todos, y cuando me pasaba eso a mi me mataba porque me hacía la pregunta de: ¿ Y para que tantos si luego ni siquiera los corregimos?. Eso me desmotivaba demasiado...
Cuando llega el finde semana todos nos alegramos porque es finde y supuestamente es para descansar, pero no porque seguro que la tarde del viernes o el sábado el niñ@ la tiene ocupada para hacer los deberes, total que le queda al niño, ¿ Un día y medio para jugar?.
Pues yo estoy en desacuerdo con esto porque es mejor que un niño aprenda no poco si no lo necesario y a lo mejor se les mande unos pocos de deberes para perfeccionar lo aprendido en clase, pero no demasiados porque al igual que hay tiempo para trabajar tiene que haber tiempo para descansar y jugar.

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